El Tercer Nivel es aquel que correspondería iniciar a partir de 4to Dan, el recorrido técnico del experto para transformarse en maestro en un sentido profundo, algo que no está relacionado con ninguna graduación (aquí Manuel Adrogué reconoce estar hace años apenas en los inicios de este nivel). Obviamente que el requisito para estar aquí es haber superado las 10.000 horas de práctica y dedicarse diariamente, según lo expresado en el Segundo Nivel. En este nivel no ofrecemos técnicas ni secuencias nuevas. El practicante debe intentar comprender con cuerpo y mente los principios de teoría marcial general, los principios de optimización kinética, los principios de aplicación y los principios de filosofía del arte marcial. Sobre ello, en nuestra escuela tenemos la ventaja de las enseñanzas de siglos de artes marciales asiáticas a las que recurrimos, junto con agudos análisis de estudiosos occidentales que proveen imprescindibles traducciones culturales (Pearlman, Larkin, etc.). A ese nivel los movimientos se tornan sumamente eficientes, económicos y poderosos por efecto de “trucos” en el manejo de la postura que implican la optimización de la aplicación de la energía física. Y se da la paradoja -las artes marciales, como el ser humano, son una gran paradoja desde que implican aprender a pelear para no pelear- que, para compensar la relativa el ahorro de movimiento y el avance de la edad (pues rara vez se accede a esta Etapa siendo joven), el entrenamiento avanzado debe incluir una gimnasia especial que mejore y profundice el rendimiento físico, con lo que se ve beneficiada la salud. Además, si ha aprendido en serio, el alumno habrá identificado una lógica, un método y visión de las cosas propio de las artes marciales asiáticas que puede ser utilizado para muchos otros aspectos de la vida. Un ejemplo es el caso del Gran Maestro Pan Qing Fu, de Kung Fu (la película “Iron and Silk” relata su vida quien como especialista en artes marciales por encargo del gobierno chino hubo de capturar a una veintena criminales) y tiene la particularidad que él mismo actúa como protagonista). El GM Pan al radicarse en Canada tuvo que aprender inglés y para hacerlo además de tomar clases se aplicó como autodidacta armando un método para sí mismo en forma comparable a la que se usa en artes marciales para enseñar a un principiente. No es que las artes marciales sean aplicables a la vida, sino que es la vida toda inunda a las artes marciales, y entendiendo ese microcosmos podemos tener una visión del macrocosmos a una escala manejable. En esta etapa se trata de desarrollar capacidad especial para apreciar literatura, distinguir la buena de la mala, y quizás algún día hasta dedicarse a escribir algún cuento. Ello es absolutamente imposible sin pasar por el segundo nivel. Y quien no estudie libros que valen la pena (elegidos por alguien que sepa) no sabrá literatura, aunque lea y escriba muy bien. Cada uno de los Tres Niveles, aunque según lo expresado tiene una correlación teórica con ciertos grados o cinturones, es solo eso: una aspiración, un parámetro, una pauta a considerar. Obviamente se puede tener una graduación alta y no haber completado siquiera la mitad del Nivel anterior. De hecho, esa evaluación es privativa de cada individuo dispuesto a mirarse sin engaños, y no hay ninguna escuela que pueda garantizar el acceso a ningún nivel, sino simplemente facilitar los medios. Lo cual, aunque es la política que hemos adoptado, admitimos no es necesariamente lo más conveniente: reza el proverbio “el maestro muestra una esquina de la habitación y el alumno por sí mismo deberá encontrar y entender las otras tres”. En la analogía con los trigramas, este nivel se corresponde con el Cielo 天 (chon), con lo Superior. Por ello no hay técnicas ni fórmulas, sino aproximaciones. Quien está en el Tercer Nivel ya ha transitado el segundo y, aunque no deja de seguir teniendo la vivencia terrenal, y no deja de vivir la tensión propia del ser humano, ha accedido en lo técnico a un punto en donde la técnica del Taekwon-Do no representa ya mayores desafíos. Sin embargo, debe servirse de ella para desentrañar lo perfecto. Si en la segunda etapa se enfocaba en la técnica para buscando trazos de perfección (o se enfocaba en la humanidad para identificar lo divino), en ésta ya tiene la capacidad de contemplar lo perfecto y disfrutarlo en lo humano. Puede apreciar los conceptos de movimiento, entrenamiento y aplicación de las artes marciales y explicar desde ese lugar la razón de las técnicas. El Gral. Choi Hong Hi antes de morir expresó que el Taekwon-Do representado por las 24 formas que diseñó es un arte destinado a desarrollarse y mejorar. Exigente consigo mismo y siempre aspirando a más, eligió como símbolo un puño dirigido a lo alto. Ese es el ejemplo a seguir por el practicante de Taekwon-Do, eso representan los Tres Niveles.